Autoridades de diversos gobiernos así como reguladores internacionales están preocupados y Google es la causa.

Google tiene entre manos un plan denominado “Privacy Sandbox” que consiste en finalizar el soporte para rastrear cookies de terceros en Chrome y reemplazar la infraestructura de seguimiento con otras alternativas de privacidad.

En Alemania se presentó una queja ante la Comisión Europea y el Reino Unido ha estado considerando quejas similares desde 2020, incluso está en proceso de consulta sobre una serie de compromisos operativos y de comportamiento ofrecidos por Google.

Si bien el Reino Unido ya no está en la Unión Europea, Google ha dicho que si la Autoridad de Mercados y Competencia del país acepta sus compromisos de Privacy Sandbox, los aplicará a nivel mundial.

El gigante tecnológico argumentó que las expectativas así como regulaciones de los usuarios de la web están cambiando, por lo que es necesario que la infraestructura de adtech se adapten.

“La gente quiere una web más privada y segura, y hemos propuesto ideas para ayudar a construirla con nuevas herramientas de publicidad digital para proteger la privacidad y evitar el seguimiento encubierto, al mismo tiempo que apoyamos una próspera web abierta financiada con publicidad”.

Google.

Asimismo, Google señaló que otros navegadores ya han retirado el soporte para rastrear cookies, aunque el poder de mercado a través de Chrome es mucho más sustancial que los navegadores alternativos como Firefox o Safari.

Las prácticas de rastreo que tiene Google también genera dudas en Estados Unidos; el fiscal general de Washington DC, Karl Racine, demandó a la plataforma al argumentar que este tipo de políticas invaden la privacidad de los usuarios.

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