IBM se dijo lista para expandir la tecnología fuera del laboratorio y centrarla a aplicaciones más prácticas.

No es para menos, resulta que IBM ya ha alcanzado una serie de hitos de desarrollo desde que lanzó su hoja de ruta cuántica anterior, durante 2020, que incluía el procesador Eagle de 127 cúbits, mismo que utiliza circuitos cuánticos y la API Qiskit Runtime.

Ahora, IBM planea escalar todavía más sus ambiciones cuánticas y revisó la hoja de ruta de 2020 con un objetivo más elevado de operar un sistema de 4 mil cúbits para 2025.

El proceso de IBM.

Antes de comenzar a construir la computadora cuántica más grande hasta la fecha, IBM planea lanzar su chip Osprey de 433 cúbits a finales de este año y posteriormente, migrar Qiskit Runtime a la nube para 2023.

Estos productos serán seguidos más tarde por Condor, un chip cuántico que la empresa señaló como el primer procesador cuántico universal del mundo con más de mil cúbits.

Se trata de un rápido salto cuádruple en el volumen cuántico, el cual permitirá a los usuarios ejecutar circuitos cuánticos cada vez más largos, mientras aumenta la velocidad de procesamiento, medida en CLOPS pasará de un máximo de 2 mil 900 a más de 10 mil.

Para lograr esto, IBM planea obtener primero conjuntos de múltiples procesadores para comunicarse entre sí tanto en paralelo como en serie.

Esto debería ayudar a desarrollar mejores esquemas de mitigación de errores y mejorar la coordinación entre los procesadores, ambos componentes necesarios de las computadoras prácticas del mañana.

Después de eso, IBM diseñará e implementará acopladores a nivel de chip, que conectarán estrechamente varios chips para formar un procesador único y más grande.

IBM llama a su infraestructura de unión patentada Quantum Serverless y, según la nueva hoja de ruta, implementará la función en su pila de software cuántico central en 2023.

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