Así al menos lo señala un informe desde The Information que afirma que el gigante de las búsquedas estaría buscando reasignar o despedir a ciertos trabajadores de ventas, cuyos trabajos fueron automatizados por una nueva herramienta de inteligencia artificial.

Esto tiene que ver con el comienzo de una nueva era de anuncios impulsados por inteligencia artificial que los de Mountain View pusieron en liza a primeros de año.

Algunos de estos anuncios creados por la función Performance Max pueden incluso cambiar en tiempo real según las tasas de clics para maximizar su visibilidad.

Un número creciente de anunciantes ha adoptado Performance Max, lo que ha eliminado la necesidad de ciertos empleados especializados en gestionar anuncios en el servicio de Google.

Según el informe, casi la mitad de la división de publicidad de la empresa, unos 30.000 empleados, alguna vez se dedicaron a este tipo de trabajo.

La publicidad constituye una gran parte de los ingresos de la empresa, por lo que reemplazar a los trabajadores humanos por un sistema de inteligencia artificial puede acabar aumentando los márgenes de beneficio.

Se desconoce si estos trabajadores se acabarán reasignando en otras divisiones de Google que requieran personal humano, pero está claro que la inteligencia artificial puede acabar afectando a muchísimos puestos laborales, aunque por otra parte también podría abrir nuevos trabajos en el futuro.

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