A pesar de la resiliencia, 2024 comienza con retos provocados por factores económicos adversos y nuevas incertidumbres debido a conflictos mundiales y una geopolítica frágil, una ralentización de la economía china y las consecuencias del ajuste de la política monetaria. La confianza de los consumidores se mantiene en niveles históricamente bajos debido a la crisis del costo de la vida y a la continua incertidumbre. El riesgo de otro ajuste repentino de la política monetaria, combinado con la ralentización del crecimiento económico mundial, ha preparado el terreno para un año difícil para las empresas.

Chile está experimentando las primeras señales de optimismo en mucho tiempo, con un Indice de Precios del Consumidor (IPC) que cerró diciembre de 2023 con un  -05 puntos porcentuales (pp), llevando la inflación a una cifra anual de 3,9, mejor de lo proyectado.

Con una inflación a la baja, el Banco Central debería tender a bajar las tasas de interés, lo que sin duda ayudará al consumo en el mediano plazo.

El Índice de Percepción de la Economía (IPEC) subió 1,3pp en diciembre de 2023 respecto del mes anterior, consolidando una recuperación luego de 4 periodos de fuerte caída. Todos estos indicadores mejoran las expectativas de consumo para 2024.

Felipe Mendes, Vicepresidente para América Latina de Electrónica de Consumo de GfK – una empresa de NIQ-, explica que están surgiendo divergencias en las economías del mundo. «Los mercados emergentes están sosteniendo el rendimiento económico mundial, mientras que las economías en desarrollo en su conjunto se están quedando atrás».

En el lado positivo, la confianza de las empresas y los consumidores podría verse impulsada por grandes acontecimientos, desde torneos deportivos a elecciones políticas: ocho de los diez países más poblados (entre ellos India, Brasil, Estados Unidos y Rusia) celebrarán elecciones, así como los Juegos Olímpicos de verano de París 2024. «Esto puede inyectar una serie de emociones, desde el abatimiento hasta la positividad, en la perspectiva del consumidor. Los grandes acontecimientos tienen el poder de aumentar el gasto, desde los gobiernos en funciones que tratan de ganarse a los votantes con incentivos y estímulos económicos hasta las promociones de ventas vinculadas a los eventos deportivos», afirma Mendes.

«2024 presentará retos económicos, pero también oportunidades de mercado. Quienes utilicen los datos y la información para descubrir oportunidades y aprovecharlas encontrarán vías de crecimiento en un mercado mundial difícil. Es crucial que las empresas no dejen que las perturbaciones a corto plazo y la incertidumbre les distraigan de sus objetivos a largo plazo. Estos son algunos de los principales riesgos y oportunidades que las marcas deben tener en cuenta de cara a 2024», comenta Bruno Jesús, Director Comercial de GfK, una empresa de NIQ.

Perspectivas del sector de electrónica de consumo en un contexto de ralentización del crecimiento mundial

Las categorías de electrónica de consumo reflejan el panorama de lenta recuperación y variaciones regionales y de categoría. El mercado mundial de la electrónica de consumo ha crecido un +4% en términos de ingresos desde 2019 – siendo las categorías de pequeños electrodomésticos e informática las que más han crecido. A finales de 2023, el mercado mostró signos de estabilización que probablemente continuarán en 2024, permitiendo un crecimiento ligeramente positivo.

Los productos de primera calidad a precios asequibles seguirán siendo tendencia hasta 2024, ya que las continuas presiones inflacionistas y la pérdida de ingresos reales hacen que los consumidores busquen una sensación de lujo a precios más bajos. Ahora, casi cuatro años después de los primeros bloqueos, productos como teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y accesorios para PC comprados al principio de la pandemia pronto estarán listos para ser sustituidos o actualizados. Por otra parte, es poco probable que los consumidores quieran actualizar su televisor si ya lo han hecho durante este periodo.

«Como muchas actualizaciones de productos deseados – o compras de electrodomésticos por primera vez, como las freidoras de aire – ya han tenido lugar durante la pandemia, ante las turbulencias económicas es probable que los consumidores muestren más cautela con sus gastos», explica Mendes.

«En general, las perspectivas del mercado de electrodomésticos para 2024 se inclinarán principalmente hacia compras necesarias y bien pensadas, en lugar de mejoras ambiciosas. El impacto de las perspectivas globales sobre el crecimiento, las desviaciones y la confianza de los consumidores en Chile subraya la necesidad de que las empresas aprovechen los estudios de mercado que proporcionan información valiosa que puede orientar las decisiones estratégicas y mejorar los resultados en un entorno empresarial dinámico y desafiante», comenta Bruno Jesús.

«A largo plazo, es importante que las marcas sigan innovando con determinación e inviertan en el desarrollo de una importante cartera de productos. El mercado mundial de bienes de consumo técnicos, estimado en unos 1,2 billones de dólares anuales, no solo es diverso, sino que rebosa de oportunidades económicas a medida que prosigue el crecimiento demográfico, junto con el creciente predominio de la clase media mundial. Se calcula que en 2030 gastarán 62 billones de dólares anuales, tres veces más que la clase alta», añade Jesús.

La confianza del consumidor muestra los primeros signos de recuperación

En términos generales, la confianza de los consumidores en los países de la OCDE se sitúa por debajo de la media histórica a largo plazo y, a pesar de mostrar signos de estabilización a mediados del año pasado, alcanzó una trayectoria descendente hacia finales de año. La confianza combinada de los compradores en los países de la OCDE se situó en 98 en noviembre de 2023, frente a 97,5 en enero del mismo año.

Varios factores contribuyen a la confianza de los consumidores, entre ellos las expectativas de los mercados laborales, el clima político, los precios de los bienes de consumo y la situación financiera personal. «Las expectativas de los consumidores son primordiales aquí, y si los consumidores pueden mantenerse tan resistentes como el año pasado, y con indicadores económicos como la inflación y los mercados laborales siguen estabilizándose, esta confianza podría recuperarse en 2024. Sin embargo, las diferencias regionales siguen siendo pronunciadas y deben tenerse en cuenta en las primeras fases de planificación», agrega Mendes.

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