El transporte de productos sensibles y delicados a los cambios ambientales es una tarea que no se debe tomar a la ligera. De hecho, existen ciertas especificaciones y requerimientos, bien sean para la logística de alimentos como para el sector farmacéutico, para que lleguen a destino de manera correcta e íntegra. 

Uno de los ejemplos más claros que explica la importancia de esta fase de la logística es el traslado de vacunas. Desde hace muchos años, los países exportan e importan este tipo de medicamentos para fortalecer el sistema inmunitario de las personas ante diferentes virus y enfermedades. En el caso específico de Chile, aunque muchas vacunas están disponibles durante todo el año, se intensifican en la temporada de invierno con aquellos medicamentos destinados a proteger el sistema respiratorio. 

De hecho, desde finales de marzo de 2024, el país se convirtió en el primero de Latinoamérica en implementar la inmunización a lactantes y menores de seis meses con la vacuna contra el virus sincicial.

«Aunque sean contingencias o campañas para cuidar la salud de las personas, los centros de salud necesitan de una cadena de frío eficaz y que esté a la vanguardia de las necesidades. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), existen dos rangos de temperaturas para el almacenamiento de las vacunas según su tipo: las que son sensibles al congelamiento deben almacenarse entre 2°C a 8°C, mientras que las producidas con cepas víricas o liofilizadas se almacenan entre -15°C y -25°C«, comenta Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile. 

El experto explica que estas temperaturas se pueden interrumpir cuando ocurre una serie de actividades en la producción, almacenamiento y distribución de las mismas, lo que limita o elimina la eficacia del medicamento.

Mientras que en la industria alimentaria, el mal cuidado y proceso de los productos o bebidas podrían significar un daño importante para la población. «Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen alrededor de 200 enfermedades por causas de alimentos inseguros. Una de cada diez personas en el mundo enferma por comer alimentos contaminados. Es imperativa la necesidad de mejorar y aumentar la confianza del cliente, motivo por el que al menos 93% de los responsables de esta industria prevén incrementar la inversión en tecnología de seguimiento de los alimentos y así evitar pérdidas, daños y una acción inmediata ante cambios en estos productos», resalta Daniel Dombach, director de Soluciones Industriales de Zebra Technologies EMEA.

¿Qué funciones cumplen los sensores de temperatura en la cadena de frío?

Tener visibilidad de las condiciones de los activos a lo largo de la cadena de suministro es de suma importancia. Para ello, existen en el mercado innumerables sensores ambientales que permiten, entre varios beneficios, ofrecer datos de interés para las compañías que comprueben de manera clara y precisa la temperatura de los productos.

«Los sensores ambientales permiten analizar las variaciones de temperaturas durante toda la cadena de suministro, es decir: producción, almacenamiento y traslado. De esta manera, permiten tomar decisiones en tiempo real sobre la cadena de frío. Con nuestro partner Zebra, trabajamos en la implementación de sensores que incluyen indicadores listos para usar, térmicos imprimibles y registradores de datos electrónicos que facilitan el monitoreo de manera inalámbrica», agrega Navarrete.

Por su parte, Dombach detalló que a través del monitoreo de la temperatura es posible tener un panorama de las condiciones ambientales de los productos para que, en base a estos resultados, se puedan tomar medidas que refuercen y protejan la integridad de los artículos. 

Estos son algunos de los tipos de sensores para la cadena de frío:

Indicadores de temperatura listos para usar. Es una solución de detección y revisión de temperatura que respaldan aplicaciones y casos de uso que ayudan a maximizar la eficiencia y acelerar los flujos de trabajo. Estos aportan beneficios a las empresas para que obtengan datos claros de las condiciones de los productos y garantizar la eficiencia durante toda la cadena de suministro. 

Indicadores imprimibles. Entregan información detallada sobre la exposición de un producto a las condiciones ambientales, junto a un sensor ambiental que cambia de color para indicar que un activo sufrió alguna variación térmica o si no se ha procesado de manera correcta y que podria ser perjudicial para la calidad del producto. 

Sensores electrónicos. Permiten monitorear de forma inalámbrica los productos durante todo el proceso de envío, recepción y almacenamiento. Los clientes pueden así contener información relevante que permita el cumplimiento de los procesos y estándares de calidad a menos costo. 

Tanto en la industria alimenticia, como en la farmacéutica la calidad de los productos es la prioridad. Por ello es necesaria la implementación de este tipo de soluciones que miden, monitorean y entregan información clave de todo el proceso logístico de medicamentos, vacunas, alimentos, bebidas, entre otros productos sensibles a las temperaturas, para así reducir la cantidad de pérdidas y garantizar que el usuario final obtenga a tiempo y con calidad los activos.

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