YouTube se ha convertido en una plataforma que goza de una clara posición dominante dentro su segmento, hasta el extremo que la única competidora que sobresale es Twitch. Sin embargo, Twitch está totalmente orientada a los directos, mientras que YouTube está más inclinada a la publicación de vídeos grabados y editados a pesar de soportar también los directos (y muchos creadores transmiten a través de Twitch y YouTube a la vez).

Dicho con otras palabras, a menos que uno se centre en el streaming y los contenidos en directo, un creador de contenidos en formato vídeo no existe de facto si no publica en YouTube, lo que deja un panorama más bien desolador si vemos que Google es la propietaria de dicha plataforma. Pero lo peor no es la propiedad de Google, sino la sensación que muchos tienen de que las normas en YouTube se aplican de forma arbitraria, cosa a la que se suma unas restricciones cada vez mayores sobre todo en lo que respecta a derechos de autor y a la hora de abordar ciertas temáticas.

Ante un YouTube que en ciertos aspectos se comporta como un imperio monopolísitco, son cada vez más los creadores, sobre todo en la escena anglosajona, que se animan a diversificarse y publicar su contenido en varias plataformas con el fin de no quedar atados al archiconocido servicio de Google. Aparte de abrir una puerta para al menos alejarse de sus restricciones, el tener presencia en otras plataformas es una salvaguarda para evitar que YouTube destruya el contenido de un creador en caso de fulminar su canal.

Aunque es cierto que YouTube goza todavía de una fuerza excesiva, poco a poco más alternativas van haciéndose un hueco. Aquí se pueden destacar aquellas que se apoyan en protocolos descentralizados, las cuales abren la puerta a reducir el poder de las propias plataformas sobre los contenidos. ¿Te gustaría conocer alternativas a YouTube con el fin de respaldar o no quedar tan constreñido por sus limitaciones? En esta entrada vamos a mencionar cuatro alternativas de distinta índole que podrían ser interesantes según los propósitos y las necesidades del creador o la creadora.

Odysee

Odysee está siendo una de las alternativas con más empuje para la publicación de vídeos. Es una plataforma creada por las mismas personas que están detrás de LBRY, un protocolo de redes de pago y compartición de ficheros descentralizada y de código abierto. Para funcionar se apoya en el blockchain y se basa en la tecnología de BitTorrent.

El hecho de que se apoye en el protocolo LBRY hace que Odysee trabaje como una red P2P de intercambio de datos frente al modelo de servidores centralizados como el de YouTube. De esta manera, en caso de que Odysee desaparezca, existe la posibilidad de que los contenidos subidos sigan existiendo.

Cuenta con su propia criptodivisa, LBRY (LBC), la cual puede ser usada como token para recompensar a los creadores. También soporta vídeos de pago para aquellos creadores que no quieren dar gratis sus contenidos.

A nivel de interfaz Odysee recuerda mucho a YouTube, con el que tiene evidentes similitudes a pesar de que su aspecto estético es claramente diferente. Una de sus características más destacadas es que permite sincronizar vídeos, así que, si se sincroniza el canal de Odysee con el YouTube, cada vez que se publique un vídeo en la segunda plataforma aparecerá después de un tiempo en la primera. Eso sí, esta característica no es perfecta y está limitada dependiendo de la cantidad de suscriptores en el canal de YouTube, la duración y la cantidad de espacio que ocupa el vídeo.

Odysee

PeerTube

Y aquí otra alternativa orientada a la descentralización. PeerTube es una plataforma de vídeo abierta, descentralizada y federada que se apoya en ActivityPub y WebTorrent. Está publicada como software libre bajo la licencia AGPLv3 y emplea la tecnología P2P como medio para reducir la carga en los servidores individuales.

Cada instancia de PeerTube suministra un sitio web para ver vídeos y que en términos de apariencia, característica y normas pueden ser diferentes entre sí debido a la naturaleza software libre de la plataforma. Sin embargo, las instancias con normas comunes (como por ejemplo tener un contenido similar o requerir registro) pueden formar federaciones en las que se siguen los vídeos de una instancia, aunque cada vídeo se almacena solo en la instancia en la que se publicó. Las federaciones son independientes entre sí y operan de forma asimétrica.

Los vídeos están disponibles a través de HTTP para su descarga, pero la reproducción se apoya en el P2P con HLS y WebTorrent. Esto quiere decir que los usuarios conectados a la plataforma actúan como puntos de relé capaces de enviar trozos de vídeo a otros usuarios, reduciendo de esta manera el ancho de banda con el servidor y por ende las necesidades de hardware y los costes por parte de los responsables de la plataforma.

Como vemos, PeerTube es una otra interesante alternativa que se aleja del esquema centralizado de YouTube y además contribuye a través del P2P a reducir los recursos necesarios para mantener una plataforma de este tipo.

PeerTube

D.Tube

Y seguimos con alternativas que al menos se apoyan en una tecnología que permite descentralizar. D.Tube es una plataforma de vídeo descentralizada que emplea su propia criptodivisa para pagar a los usuarios y su infraestructura es suministrada por la cadena de bloques STEEM junto a la red P2P IPFS.

D.Tube incentiva el uso de su criptodivisa al pagar no solo a los creadores por cada visualización, sino también a los usuarios por visualizar, cargar, compartir y comentar vídeos a través de la cadena de bloques STEEM. Además, está diseñada con el propósito de evitar la censura debido a que la plataforma no cuenta con medios reales para llevar dicha tarea, la cual recae en los usuarios, que deciden qué vídeos censurar o promocionar a través de los votos positivos y negativos. Al igual que pasa con Odysee, los espectadores pueden recompensar a los creadores con la criptodivisa, por lo que D.Tuve intenta ofrecer un entorno en el que todos ganan.

A nivel de interfaz recuerda bastante a YouTube, con el que comparte muchos elementos del diseño. Además, lo pone fácil para navegar y descubrir vídeos.

D.Tube

Vimeo

Y tras exponer algunas alternativas apoyadas en la descentralización, ahora vamos a mencionar otra que sigue la “fórmula clásica”, o sea, plataformas centralizadas y sobre las cuales la empresa propietaria tiene poder absoluto.

Vimeo es uno de los rivales más conocidos de YouTube, aunque en los últimos tiempos parece haber perdido cierta repercusión ante el empuje de las plataformas apoyadas en la descentralización. Frente a la plataforma de Google, intenta que la calidad prime sobre la cantidad, cosa que se nota sobre todo en su reproductor. También tiene un mayor enfoque hacia los contenidos de corte artístico.

Eso sí, su enfoque hacia la calidad tiene un precio, y es que sería recomendable que los creadores pasaran por caja para obtener mejores características a la hora de publicar contenidos, sobre todo si los vídeos ocupan varios gigabytes, algo que en la actualidad no es inverosímil si hablamos de contenidos a 4K de resolución.

Vimeo

Shares: