Después de varios años de polémica en torno a su caso, Julian Assange está a un paso de rendir cuentas en Estados Unidos después de que el Reino Unido aprobara su proceso de extradición, atendiendo así las peticiones del país aliado. Las autoridades estadounidenses lo esperan para juzgarlo tras haber filtrado documentos confidenciales que dejaron en evidencia las violaciones a los derechos humanos cometidas por el país norteamericano en las guerras de Irak y Afganistán.

Fue el viernes de junio cuando Priti Patel, Ministra del Interior del Reino Unido, autorizó la extradición de Julian Assange. «En virtud de la ley de 2003 sobre la extradición, la ministra debe firmar una orden de extradición si no hay ningún motivo que la prohíba», menciona.

A dicha determinación se llega después de que las autoridades británicas concluyeran que extraditar a Julian Assange no es «opresivo, injusto o un abuso procesal»; y agregan: «Tampoco concluyeron que la extradición fuera incompatible con sus derechos, incluyendo el derecho de tener un juicio justo, a la libertad de expresión. Asimismo, se concluyó que, durante su estancia en Estados Unidos, lo tratarán de manera apropiada, también con respecto a su salud.»

Cabe señalar que, a partir de hoy, Julian Assange tiene la oportunidad de apelar la decisión durante los próximos 14 días ante el Tribunal Superior de Londres. Si una hipotética apelación es rechazada, Assange debe ser extraditado en un plazo no superior a los 28 días.

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