La tradición de incluir escenas poscréditos en las películas y las series del Universo Cinematográfico de Marvel solo se ha roto una vez: en Avengers: Endgame. Pero esta excepción resulta perfectamente razonable porque este largo constituye el final argumental de la Saga del Infinito, pese a que la fase tres termina, como se sabe, con Spider-Man: Lejos de casa (2019). Y Doctor Strange en el multiverso de la locura, dirigida por el conocido Sam Raimi (2022), no es ninguna excepción.

En el cierre del filme, el supuesto buen ánimo del Stephen Strange de Benedict Cumberbatch se trunca por un dolor que le abre su tercer ojo como al Doctor Strange Supremo y, por lo tanto, nos indica que le ha corrompido el Darkhold, el libro infernal que le quitó Wanda Maximoff, interpretada por Elizabeth Olsen, a la Agatha Harkness de Kathryn Hahn en el último episodio de WandaVision (2021). Como a la propia Bruja Escarlata y a cualquiera que lo toca demasiado.

Así, otro día, una mujer le habla por la calle en Nueva York durante la primera escena poscréditos de Doctor Strange en el multiverso de la locura. Tiene el rostro de Charlize Theron, actriz muy reconocible gracias a la Mary Ann Lomax de Pactar con el diablo (1997), su Britt Ekland en Llámame Peter (2004) o la Imperator Furiosa de Mad Max: Furia en la carretera (2015). Y le hace dos tajos al tejido de la realidad, a través de los que vemos imágenes de otra dimensión.

Se trata de Clea, una bruja que significa mucho para el Doctor Strange en las historietas de Marvel. La encarnó Anne-Marie Martin en la película de 1978, y fue creada por los míticos guionistas Stan Lee y Steve Ditko y el dibujante Dick Ayers para el número 126 de Strange Tales en noviembre de 1964. Su parentela, si se corresponde con la de los cómics, les resultará inquietante a los espectadores por lo visto en la primera aventura sobre el Hechicero Supremo (2016): es sobrina de Dormammu.

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