Internet Explorer, el popular navegador web de Microsoft, estuvo presente en nuestras vidas digitales por más de 20 años. Se lanzó en el lejano 1995 como una actualización de Netscape Navigator y, desde entonces, se convirtió en el navegador predeterminado de los sistemas operativos Windows.
En los últimos años, el uso de Internet Explorer disminuyó ante la presencia de Google Chrome, Mozilla Firefox y Apple Safari. A la par, Internet Explorer fue duramente criticado por su seguridad y su falta de actualizaciones.
En 2015, Microsoft anunció que Edge, su nuevo navegador web, sería el reemplazo de Internet Explorer en su sistema operativo Windows 10. A pesar de esto, continuó disponible para aquellos nostálgicos aferrados que no podíamos soltarlo.
Sin embargo, Microsoft anunció que Internet Explorer dejará de tener soporte y ya no recibirá actualizaciones de seguridad.