Con la llegada del invierno, no hay nada más reconfortante que un plato de sopa caliente o un caldo delicioso. Pero, ¿qué pasa cuando sobra comida o cuando se prepara una gran cantidad para tener reservas? En general existe desconocimiento en torno a cómo refrigerar o congelar comidas preparadas, ya que cada alimento tiene sus propios requerimientos en cuanto a la temperatura o mantención. 

Saber cómo congelar o mantener refrigerado correctamente sopas y caldos puede ayudar a muchas personas a disfrutar de una comida casera en cualquier momento, sin la necesidad de pasar horas cocinando. Es por eso que desde LG Electronics entregan 5 tips para tomar en cuenta al momento de almacenar y congelar sopas y caldos:

1. Elige recipientes adecuados: Utiliza recipientes herméticos y aptos para refrigerar o congelar, como bolsas porcionadoras o recipientes de plástico o vidrio con tapas que sellen bien. Es importante dejar suficiente espacio en los recipientes para permitir la expansión del líquido al congelarse.

2. Porciones individuales: Si se planea consumir las sopas o caldos por separado, es mejor considerar congelarlos o refrigerarlos en porciones individuales, ya que de esta manera, se podrá consumir sólo la cantidad necesaria en cada ocasión, evitando desperdicios.

3. Almacenamiento adecuado: Guardar las sopas y caldos en el congelador a una temperatura constante de 0 °F (-18 °C) o más fría. Si la temperatura del congelador no es lo suficientemente baja, los alimentos pueden perder calidad y desarrollar cristales de hielo.

4. Tiempo de almacenamiento: Las sopas y caldos bien congelados pueden durar de 2 a 3 meses en el congelador. Después de este tiempo, todavía son seguros para consumir, pero es posible que la calidad y el sabor se vean afectados.

5. Descongelación y calentamiento: Para descongelar, colocar la sopa o caldo en el refrigerador durante la noche, para comenzar el proceso sin perder la cadena de frío.  También se puede utilizar el modo de descongelación del microondas si es seguro para recipientes de vidrio o plástico. Una vez descongelado, calentar la sopa en la cocina o en el microondas hasta que alcance la temperatura deseada.

Es fundamental seguir siempre las pautas de seguridad alimentaria y confiar en los sentidos para determinar si la sopa o el caldo congelado aún son seguros para consumir. Si algo parece estar en mal estado o tener mal olor, es mejor desecharlo. ¡Disfruta de tus sopas y caldos caseros durante todo el invierno!

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