Columna

Sostenibilidad empresarial: un compromiso con el futuro

Por Fernando Mayoral, Gerente de Marketing de Burger King Chile y Argentina.

En un mundo donde las expectativas de los consumidores evolucionan rápidamente, el compromiso ambiental ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad. Las empresas tienen la responsabilidad de contribuir activamente al cuidado del medio ambiente, no solo como un acto de responsabilidad social, sino como un imperativo para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

Hoy, los consumidores no solo eligen productos por su calidad o precio, sino también por los valores que las marcas representan. Esta tendencia ha puesto en evidencia que las empresas no pueden limitarse a operar como lo hacían antes; deben asumir un rol activo en la construcción de un futuro más sostenible.

En este contexto, iniciativas que promuevan el respeto por el entorno natural y la conciencia ambiental son esenciales. Un ejemplo concreto es el proyecto Whopper Beach, que llevamos adelante en la costa chilena. Este espacio invita a las familias a disfrutar de actividades recreativas, y también fomenta el cuidado de las playas a través de acciones tangibles como la limpieza comunitaria, recompensando el esfuerzo con una experiencia significativa. Asimismo, este año incorporamos talleres educativos dirigidos a niños, jóvenes y adultos, para promover la reutilización de materiales y la importancia del reciclaje.

Desde el inicio -y hasta la fecha- de nuestra campaña Whopper Beach en 2023, hemos logrado recolectar más de 13,5 toneladas de residuos en las playas de nuestro país, gracias a las jornadas de limpieza que organizamos cada temporada junto a la comunidad.

En este sentido, el desafío más importante consiste en integrar la sostenibilidad en el corazón de la operación empresarial. Esto implica adoptar prácticas responsables en toda la cadena de valor, desde la selección de materias primas hasta la manera en que nos relacionamos con nuestras comunidades. En nuestro caso, la eliminación de ingredientes artificiales de nuestros productos, además de responder a una tendencia de consumo, también refleja un compromiso con la transparencia y la calidad que creemos debe extenderse también al impacto ambiental de nuestras operaciones.

Como empresas, tenemos la capacidad —y la obligación— de liderar este cambio, inspirando a otros actores y generando un impacto positivo en la sociedad. El camino hacia un futuro más verde y responsable no es sencillo, pero es el único que garantiza que las próximas generaciones puedan disfrutar del mundo tal como lo conocemos. Cada acción cuenta, y el compromiso genuino de las empresas puede marcar una gran diferencia.

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