• La adicción a las redes sociales alcanza en determinados casos el rango de droga escondida tras la aparente normalidad del uso de estas plataformas digitales, destacando especialmente en el tema de la polarización, generando odio, enfrentamiento y división entre las personas.
  • En Iberoamérica ha crecido casi un 40% en los últimos 5 años, según un estudio de LLYC que utiliza técnicas de análisis de Big Data e Inteligencia Artificial.
  • Los datos de Chile muestran quea la inmigración, el feminismo, los derechos humanos y el aborto son los temas que generan mayor polarización en el país y que los grupos conservadores han ganado terreno durante el presente año, fenómeno similar que también está ocurriendo en México, Argentina, República Dominicana y Panamá.

LLYC lanzó el informe The Hidden Drug que analizó, en 12 países, un total de 601 millones de mensajes en Twitter. A partir del informe, la consultora revela que, en Iberoamérica durante los últimos cinco años, la polarización en determinados temas ha crecido un 40% y la adicción a las redes sociales crece 11%. Además, el efecto de la pandemia impactó en que la necesidad de compartir, publicar y opinar en Twitter aumentó 11% en marzo de 2020 y desde entonces, no se detiene. Esta adicción, según asegura un grupo de expertos que participaron del estudio, alcanza el rango de una droga, porque genera endorfinas y dopamina que activan los receptores opioides, provocando comportamientos nocivos para la salud y el ambiente de la conversación digital.

La polarización se ha convertido en una droga que está en pleno crecimiento en las sociedades de la región. El nivel de polarización de la conversación en Iberoamérica ha crecido un 39% en los últimos cinco años y cada año más personas participan de conversaciones polarizantes en redes sociales. Uno de los países donde el fenómeno está muy presente es en Brasil, donde los procesos y recambios electorales han profundizado la división en la ciudadanía. Asimismo, en la región desde el año 2020 se registra un alza de la conducta adictiva a participar en estas conversaciones. El efecto de la pandemia es una causa que demuestra la adicción a comentar en temas polarizados, creciendo un 8% año tras año.

El principal tema que genera polarización en Iberoamérica es el aborto, lo cual está asociado al auge de las movilizaciones feministas y el avance de la paridad de género en distintos ámbitos de la vida cotidiana. Más abajo, se ubican la libertad de expresión y los derechos humanos que son dos áreas donde la conversación alcanza mayor notoriedad. En tanto en USA, el debate más polar se reparte entre el cambio climático y la inmigración. El feminismo sólo alcanza notoriedad top en Iberoamérica, donde crece un 18% anualmente.

El informe elaborado por LLYC (Llorente y Cuenca) ‘The Hidden Drug. Un estudio sobre el poder adictivo de la polarización del debate público’, analiza la conversación de los últimos cinco años en 12 países de Iberoamérica y Estados Unidos, procesando más de 600 millones de mensajes en redes sociales, recogidos entre el 1 de septiembre de 2017 y el 31 de agosto de 2022.

La realidad es diversa en los distintos países de la región, y ante esto, el estudio profundizó la conversación en cada uno de estos países. Los datos de Chile muestran que la inmigración, el feminismo, los derechos humanos y el aborto son los temas que generan mayor polarización en el país y que los grupos conservadores han ganado terreno durante el presente año. 

LOS TEMAS MÁS POLARIZADOS EN CHILE

El tema que genera mayor polarización en el país es la inmigración alcanza 272.039 mensajes polarizados, un 20,57% del total. En los últimos cinco años, Chile ha sido uno de los países de destino preferidos por las comunidades en situación de movilidad o desplazamiento, con las consecuencias que ello implica.

Desde 2017, más de un millón de personas extranjeras viven en Chile según el Servicio Nacional de Migraciones y durante los últimos cinco años, esta cifra aumentó hasta alcanzar un millón y medio. La comunidad venezolana es el grupo que más ha crecido y actualmente supera un 30% del total de personas migrantes que residen en nuestro país. Además, la comunidad peruana registra más del 17%, y en menor medida, se ubican las comunidades haitiana y colombiana con cerca de un 12%.

De acuerdo al análisis de LLYC, el feminismo es el segundo ámbito de conversación que más polariza a la sociedad chilena con 246.432 comentarios polarizados, un 18,63% del total. Los principales motivos que generan la división apuntan al debate sobre la despenalización del aborto y la paridad de género en órganos políticos, uno de los objetivos hacia donde algunos sectores políticos chilenos buscan avanzar.

Los derechos humanos alcanzan los 227.097 mensajes polarizados (17,17%), tema que también refleja un alto componente de polarización en la conversación de Twitter, obteniendo un. A partir del estallido social de 2019 el tema se instaló con fuerza en la agenda del país, siendo una fuente permanente de conflicto. De este modo, derechos humanos, es el tercer tema con más mensajes polarizados en esta red social, lo cual creció notoriamente, tras el despliegue de militares armados en las protestas del “Estallido Social”. En tanto, el aborto alcanza los 195.743 mensajes (14,80%).

Los desencuentros entre el Gobierno y los medios empujan con fuerza la polarización del debate en torno a la libertad de expresión que registra un crecimiento 6,6 veces mayor que hace cinco años. Y en menor medida, los ajustes de las políticas migratorias que impulsa el Ejecutivo muestran un crecimiento 2,8 veces mayor en la actualidad.

Para Juan Cristóbal Portales, Director General de LLYC en Chile, la adicción a la polarización levanta un desafío para la confianza entre las personas, las instituciones y las compañías. “En la medida que no haya la capacidad de ponerse de acuerdo en resolver las demandas ciudadanas, se van ampliando las brechas y los prejuicios para que estas dinámicas de conversación se exacerben”.

PROGRESISTAS VS CONSERVADORES

Un fenómeno relevante que ocurre en Chile es la reducción de las brechas de dominio de la conversación digital entre los sectores progresistas y conservadores. Las voces conservadoras han ganado protagonismo a lo largo de 2022, pero con un comportamiento muy dispar en los distintos territorios: han ganado terreno en inmigración (+29%) y libertad de expresión (+11,2%), mientras los progresistas siguen manteniendo ventaja en cambio climático (+57,4%), racismo (+53,6%) y derechos humanos (+41,2%).

A nivel iberoamericano, el ascenso de la derecha en Twitter ha reducido las brechas desde un 40% de desventaja hasta una mínima diferencia con respecto de los grupos progresistas en redes sociales. Aunque la polarización llegaría a un balance entre ambas posturas, la tendencia hacia el conflicto que despierta cada uno de estos temas es un fenómeno que está en auge en la región y podría revertir el equilibrio actual.

LA CAMPAÑA AUDIOVISUAL

La campaña, realizada por LLYC en colaboración con expertos como Mariano Sigman, neurocientífico y autor de “El poder de las palabras”; Patricia Fernández, psicóloga clínica del Hospital Ramón y Cajal; y Belén Carrasco, investigadora senior y directora adjunta de Eyes on Russia, Centre for Information Resilience; incluye también una impactante serie de piezas desarrolladas por los equipos creativos de LLYC y demuestra que la adicción a las redes sociales alcanza en determinados casos el rango de droga: una droga escondida tras la aparente normalidad del uso de estas plataformas digitales

José Antonio Llorente, Socio fundador y Presidente de LLYC señala que “estamos lanzando esta campaña global porque nos preocupa mucho la normalización de este fenómeno. Nuestro propósito como compañía es generar confianza entre personas, instituciones, empresas y marcas, y la polarización genera el efecto contrario. Esta polarización impide encontrar consensos y puntos de encuentro entre las personas. Por eso tenemos la responsabilidad de crear esos espacios de conciliación, relajamiento y pausa para encontrar un camino de salida a esta situación”.

Para Mariano Sigman, neurocientífico y autor de El poder de las palabras, “es difícil medir el riesgo exacto de una adicción; en algunos casos es bien conocido pero en otros, como la polarización, no. Las grandes tragedias humanas y las matanzas resultan de momentos de incomprensión, de la exacerbación de este mecanismo mediante el cual un grupo no puede entender las ideas del otro. Ese no comprender hace que lo odie hasta tal extremo que decide que la única forma de resolverlo es matándolos a todos en una guerra. Este puede ser el verdadero riesgo de una droga como la polarización”.

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