Por Samuel Montupil, Country Manager Defontana

Las pequeñas y medianas empresas, pymes, en todo el mundo son reconocidas como el motor de la economía y uno de los mayores desafíos que tienen de manera permanente es el crecimiento. Para ello, la clave está en el producto, el cual no solo debe ser sobresaliente, sino además tiene que transformarse en una ventaja competitiva, capaz de ser una pieza angular en el éxito de sus clientes.

En efecto, una estrategia de crecimiento liderada por el producto (PLG, como se le conoce por sus siglas en inglés) ha sido el secreto de diversas compañías que comenzaron como pymes: Hubspot, Calendly, Slack, Miro, Evernote, Shipify, entre otras. El factor común en su exitoso crecimiento se caracteriza por un producto robusto que entiende y conoce las problemáticas del cliente y enamora al usuario, al punto de que no puede dejar de seguir adelante en su día a día sin él.

Así, el producto es el que permite llegar al cliente y no al revés. Antes, las pymes tenían que salir a buscar a sus clientes en los tomadores de decisiones y convencerlos de sus bondades; hoy, lo que tienen que hacer es invertir en su producto, entregar pruebas gratuitas a los usuarios para que lo prueben, se den cuenta del tremendo valor que tienen en sus manos y lleven a la alta gerencia la exigencia de compra. De esa forma, el producto se convierte en la estrella que se encarga de la adquisición, conversión y expansión del negocio, porque llega al usuario final a resolver sus dolores.

Por lo anterior, la construcción de un producto potente tiene que partir por comprender lo que el cliente necesita y dárselo, sin mayor intromisión. En la actualidad, el usuario valora la autogestión, la facilidad de uso, el escalamiento y que su experiencia sea la mejor. También el onboarding, que ayuda al usuario en la operación, siendo el mismo producto el que guía a través de un paso a paso. Asimismo, el usuario privilegia el acompañamiento experto y la capacitación eficaz, idealmente con una academia moderna donde pueda validar sus conocimientos y certificarse, sin costos adicionales y de acuerdo a su propio ritmo.

Puede haber más, ciertamente. No obstante, todo esto lo que persigue es  redundar en clientes más felices, más satisfechos e indudablemente, más leales, donde su éxito será la clave del crecimiento y escalamiento propio.

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