En el marco del proyecto Tech4Nature México, un sistema de Inteligencia Artificial de Huawei Cloud identificó cientos de especies, entre las que destacan cinco ejemplares de jaguares que se encuentran en peligro de extinción, en una reserva natural en Yucatán.

Esta iniciativa fue lanzada en la reserva natural Dzilam de Bravo en 2022 e involucra a cientos de investigadores y voluntarios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la Universidad Politécnica de Yucatán, la iniciativa AI for Climate de C Minds, la ONG Rainforest Connection, la comunidad local de Dzilam y las autoridades gubernamentales de Yucatán.

Huawei suministra la tecnología de Huawei Cloud para el desarrollo del proyecto, por medio de un sistema de monitoreo continuo e integrado que analiza imágenes y datos de sonido para identificar y rastrear a los jaguares y sus presas. Hasta la fecha, el equipo ha recopilado más de 30 mil fotografías, 550 mil grabaciones de audio y numerosos videoclips, que luego se procesan en ModelArts AI Platform de Huawei Cloud.

Los datos se recogen típicamente de las tarjetas SD dentro de los sensores del sistema de monitorización. Cada 40 días aproximadamente, el equipo de investigadores realizaba una visita a la reserva, reemplazaba las tarjetas SD y las llevaba a los laboratorios de la Universidad Politécnica de Yucatán en Mérida.

“Necesitamos subir los datos a una plataforma de Big Data porque es un volumen alto de información. Necesitamos procesarlo a alta velocidad y con Inteligencia Artificial; entonces, empezar a entender las imágenes y ser capaz de detectar los animales que nos interesan”, dice el director de marketing estratégico de Huawei Latinoamérica, Joaquín Saldaña.

“Tenemos teras, terabytes y terabytes de datos; si una máquina puede procesarlos y decirnos qué está pasando, es mucho más fácil,” afirma la coordinadora de proyectos de la agencia de innovación C Minds, Regina Cervera. “Los datos recopilados hasta ahora han generado ideas que nos ayudan a entender la vida de las especies y contribuyen a la conservación de la biodiversidad”, agrega.

Este tesoro de datos, una vez procesado, brinda información profunda sobre la vida silvestre local y contribuye a la preservación y promoción de la biodiversidad. El equipo de investigadores ya identificó 119 especies, incluidas 88 aves, 22 mamíferos, cinco reptiles y cuatro anfibios, de los cuales 34 están en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.

La secretaria de Desarrollo Sostenible de Yucatán, Sayda Rodríguez, valora el conocimiento recopilado a través del sistema de monitoreo para impulsar los esfuerzos de conservación. “Saber es algo sumamente valioso. Lo que obtenemos ahora con el monitoreo son cosas que, si no las vemos, no sabemos que están ahí”, asegura.

La Reserva Estatal Dzilam de Bravo en los humedales de Yucatán es un hábitat importante para muchas especies, incluyendo algunas en peligro de extinción. Esta es la primera vez que investigadores locales obtienen tal cantidad de identificaciones de jaguares desde que comenzó el proyecto. Antes, los expertos locales no sabían si la reserva albergaba estos animales y, de ser así, cuántos había. Ahora, el equipo está trabajando para desarrollar algoritmos que permitan su identificación individual para determinar cuántos de ellos viven en la región.

“Estamos sentando las bases para una plataforma de monitoreo de la biodiversidad a nivel estatal con IA en la nube de Huawei. Nuestra especie paraguas es el jaguar, porque si nos aseguramos de protegerlo, entonces protegemos todo lo que lo rodea. Lo que estamos haciendo es un paso enorme y pionero para la toma de decisiones para la conservación y las soluciones basadas en la naturaleza”, enfatiza Regina Cervera.

Los ecologistas estiman que alrededor de 4 mil a 5 mil jaguares viven en libertad en México. De esta cantidad, más de la mitad viven en la península de Yucatán, por lo que es una de las principales regiones para su conservación. Pero su existencia está amenazada por la caza ilegal, la deforestación y el cambio climático.

“Todo esto es tierra de jaguares”, indica el líder comunitario en la Reserva Dzilam de Bravo, Juan Castillo. “Desde niño me gustó saber que es parte de nosotros. A veces, lo que digo hace reír a la gente: el día que me muera, me gustaría ser un jaguar. Ojalá todavía haya una manera de cuidarlos, porque si no, mañana solo lo estaríamos viendo en los libros”, añade.

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